La primera vez
Resulta difícil entender cómo, a lo largo de sus 200 años de historia, el canal de Saint Martin nunca fue drenado ni limpiado de manera adecuada. Este prolongado descuido provocó que sus aguas se volvieran extremadamente turbias y el olor a putrefacción se tornara insoportable. La situación llegó a un punto crítico en el que no quedó más remedio que vaciarlo por completo y someterlo a una limpieza exhaustiva. Aunque es comprensible que este proceso no se hubiera realizado antes debido a los elevados costos y el esfuerzo que conlleva, el resultado final demostró que cada sacrificio valió la pena.
La Primera Vez
¡Manos a la obra!
Resultaba difícil de creer que, en una ciudad como París, reconocida mundialmente por su turismo, cultura y vibrante vida social, uno de sus canales más importantes y transitados estuviera en un estado tan deplorable. Ante esta situación, el gobierno actuó con urgencia y solicitó un presupuesto a una empresa especializada para llevar a cabo el vaciado y la limpieza del canal. Curiosamente, este proceso tenía un costo estimado de alrededor de nueve millones de euros. Aunque la inversión era considerable, la intervención era completamente imprescindible. Sin embargo, lo más impactante no fue el precio, sino lo que se descubrió en sus aguas, que ocultaban mucho más que suciedad y basura…
¡Manos A La Obra!
