Prometió seguir en contacto
Mark y yo intercambiamos despedidas, y él me tranquilizó con un firme apretón de manos. “No estás sola en esto”, dijo, con voz firme. “Si necesitas algo, llámame” Asentí, agradeciendo profundamente su apoyo inquebrantable. “Gracias, Mark -respondí sinceramente. Mientras se alejaba, me invadió una oleada de emociones encontradas: ansiedad y determinación. Esto no era más que el principio de una larga lucha, pero saber que tenía un aliado me daba una fuerza que no había sentido antes.

Prometo mantenerme en contacto
Me siento rota y fuerte
Mientras conducía de vuelta a casa, me invadió una mezcla de quebranto y fuerza recién descubierta. No podía imaginarme que mi marido hubiera llevado esta carga en silencio antes de morir, ocultándomela todo el tiempo. El trayecto parecía borroso mientras las revelaciones de Mark se repetían en mi mente, con el corazón encogido de dolor por mi marido y ardiente de rabia hacia mi suegra. “Lo arreglaré”, susurré, apretando con fuerza el volante, decidida a afrontar el engaño y tomar las riendas de mi futuro.

Me siento rota y fuerte

