Los Misterios Del Hombre Amado
Pero había un cierto misterio en Mark y en su pasado. Era como si tuviera un secreto acerca del cual no le gustaba hablar. Sara observaba a su novio con atención, intentando comprenderlo mejor. Pensaba que su compañero podría tener un trauma de infancia, que quizás fue víctima de la crueldad de alguna persona en la familia. Era una situación delicada y Sara no tenía a quién recurrir para obtener más informaciones sobre el hombre a quien tanto amaba. Como Mark se había mudado a la ciudad de Sara, no tenía raíces allí.
Como El Mar
Un día, hicieron un viaje juntos, hacia una ciudad en el litoral. Ya estaban viviendo juntos, pero en su vida romántica nunca habían viajado. Mientras caminaban por la playa, Sara miraba el mar y las olas. De cierta manera, su compañero era como el mar: intenso, profundo y lleno de misterios que se escondían entre sus aguas. Definitivamente no era un hombre como los otros. Caminaron un poco más, hasta el momento que Sara le preguntó sobre su familia. Con una respuesta evasiva, Mark le contestó que ya no tenía familia, y que el tema le molestaba.