Uniendo Las Piezas
Sintiéndose un poco perdida, Sara decidió esperar un poco antes de hacer alguna cosa más radical. Pensó sobre el tema en su casa durante muchos días, mientras Mark trabajaba y ella cuidaba a los niños. Poco a poco, el misterio del marido parecía hacer más sentido: ya no se amaban como antes y, por esto, Mark encontró una manera de saciar sus deseos más profundos. Sara solo tendría que aceptarlo y encontrar una manera racional de salir de esta situación. Pero, de repente, pasó algo que pareció unir las piezas.
El Teléfono Suena
Era una noche de sábado y Sara había terminado la cena. Los niños estaban durmiendo en sus cuartos, mientras la madre lavaba los platos que se acumularon en el fregadero. Estaba ocupada con esta tarea, cuando el teléfono de la casa sonó. ¿Quién podría ser? A Sara no le importaba quién era, pues de todos modos era una falta de educación llamar a alguien el sábado por la noche. Ya estaba nerviosa cuando contestó la llamada. Sin embargo, cuando la persona que llamó escuchó su voz, se desconectó sin decir nada.