Banderas Rojas
El hallazgo la dejó inquieta. Si el marido viajaba siempre a Denver y la inconveniente llamada venía de la misma ciudad, no podría ser una mera coincidencia. Lo más raro era que la persona se desconectó cuando escuchó la voz de Sara al teléfono. O sea, había una gran probabilidad de que esa persona fuera una amante de Mark, y que él le había rogado a esa mujer que se quedara lejos de su familia. Bandera roja, bandera roja, los últimos acontecimientos en la vida de Sara y Mark estaban llenos de banderas rojas.
Invasión De Privacidad
Ahora más que nunca, Sara estaba convencida de que el marido tenía otra persona en su vida. La coincidencia era demasiado grande para que no hubiera algo en este sentido. Para quitarse las dudas, Sara fue al único lugar donde aún no había investigado: la computadora de su marido. Sabía que debería haberlo hecho antes, pero todavía intentaba ser respetuosa con la privacidad de Mark. Fueron las últimas circunstancias las que la obligaron a tomar esta decisión. Después de algunas tentativas, la mujer finalmente recordó la contraseña que le daba acceso a los archivos de Mark.