La alarma de medianoche de Max
A las 3 de la madrugada, Max nos despertó de nuestro sueño con un ladrido salvaje. Sus ladridos resonaron por toda la casa y nos sobresaltaron. “¿Pero qué…?”, murmuró John mientras se frotaba los ojos con sueño. En el piso de abajo de la casa, Max ladraba sin cesar, con un tono que sonaba urgente, casi desesperado. “Mamá, ¿qué pasa?”, gritó Jake desde su habitación, mientras Lily se asomaba por detrás de su puerta, somnolienta y confusa. Era evidente que Max quería decirnos algo, algo importante. Sabía que teníamos que llegar al fondo del asunto.

La alarma de medianoche de Max
Corriendo en ayuda de Max
John y yo bajamos dormidos las escaleras mientras intentábamos quitarnos el sueño de los ojos. Max estaba en la puerta trasera, ladrando con una urgencia que nunca antes había sentido en él. “Max, ¿qué te pasa, hijo?”, pregunté, con el corazón empezando a latirme más deprisa. John se volvió hacia los niños, que estaban en la puerta de sus habitaciones con ojos muy abiertos e interrogantes. “Nunca había ladrado así, no de esa manera”, dijo John, visiblemente confuso. Max actuaba como si hubiera algo que tuviéramos que ver, algo de gran importancia.

Max se apresura a ayudar