Un rayo de esperanza
La noche terminó con un tímido pero significativo atisbo de esperanza. A pesar del miedo y la incertidumbre persistentes que aún envolvían sus pensamientos, Mark y Erika se aferraron a la idea de que aquel incidente podría abrir por fin el camino hacia algunas respuestas sobre el sumidero. La captura del intruso, creían, podría representar un punto de inflexión en la búsqueda de explicaciones al misterio que había transformado radicalmente sus vidas.

Un rayo de esperanza
Inocencia demostrada
Al día siguiente se produjo un importante avance: la policía confirmó oficialmente que Mark y Erika no habían participado en la creación del socavón. Un agente se presentó en su casa para comunicarles la noticia, aliviándoles inmediatamente de la carga que llevaban arrastrando desde hacía días. La pareja intercambió miradas de alivio y gratitud, sintiéndose por fin liberada de la nube de sospechas que les había envuelto desde el comienzo del misterioso suceso.

Inocencia demostrada