Brindis, canciones y victorias
Más tarde, cuando la banda tocó una melodía conocida, los amigos se levantaron para brindar. “Por Tom y su increíble novia”, gritó alguien, y la sala estalló en vítores de júbilo. Cada brindis parecía una pequeña victoria, una celebración desafiante contra toda duda, sobre todo la de mis padres. Bailamos, animados por el apoyo inquebrantable de todos nuestros seres queridos. Fue una velada de pura celebración, en la que cada paso y cada canción simbolizaban un triunfo sobre la idea de sentirse retenido.

Brindis, canciones y victorias
Los padres de Tom están radiantes
Miré y vi a los padres de Tom radiantes de alegría y completamente inmersos en la magia de la velada. Su madre me llamó la atención, con el rostro radiante de orgullo, y me dijo en voz baja: “Gracias Este momento me llenó de una profunda sensación de calidez. Me sentí tan bien al compartir esta velada inolvidable con ellos. “Tus padres son unos ángeles”, susurró Emma, inclinándose hacia mí. Sonreí y asentí, sintiéndome inmensamente agradecida por su apoyo y su ánimo inquebrantables. Estábamos realmente bendecidos por tenerlos a nuestro lado.

Los padres de Tom están radiantes