Los planes van encajando
Cada día que pasaba, las piezas encajaban sin esfuerzo. El entusiasmo sin límites de Emma y el apoyo inquebrantable de Tom me dieron una renovada sensación de confianza. “¿Te puedes creer lo lejos que hemos llegado? Comenté, con el café en la mano, mientras Tom se sentaba frente a mí. Asintió y sus ojos se iluminaron de emoción. ¿Y lo mejor de todo? Mis padres no sabían nada de los grandes planes que estaban tomando forma, planes que estaban encajando como un rompecabezas perfecto, en el que cada pieza encajaba a la perfección.

Los planes se están haciendo realidad
Contando costes y ahorros
Me entretuve con las hojas de cálculo, controlando cada céntimo con una precisión inquebrantable. “Un céntimo ahorrado es un céntimo ganado”, le dije bromeando a Emma, que estaba sentada frente a mí, girando distraídamente un lápiz entre sus dedos. Las horas pasaban volando mientras comparábamos precios y buscábamos gangas. No era un trabajo glamuroso, pero cada ahorro oculto traía consigo una tranquila sensación de triunfo. Cada pequeña ganancia parecía importante. “Encontrarás las mejores ofertas”, decía Emma, con su cálida sonrisa y su confianza alentadora. Juntas no sólo estábamos planeando una boda, sino que estábamos sentando las bases de unos recuerdos que durarían toda la vida.

Los costes y el ahorro cuentan