Dispuesta a jugar sucio
La amenaza fue un duro recordatorio de hasta dónde estaba dispuesta a llegar para mantener el control sobre la herencia. Estaba claro que no se detendría ante nada para protegerse a sí misma y sus mentiras. Respiré hondo y sentí una oleada de desafío. Escogió a la persona equivocada para meterse con ella, pensé, mientras mi mente empezaba a trazar estrategias. Sabía que debía actuar con cautela, pero estaba preparada. La lucha no había hecho más que empezar y no iba a echarme atrás.

Dispuesto a jugar sucio
Preparándome para la batalla
La gravedad de la situación me afectó mucho, pero me negué a dejar que el miedo me controlara. La amenaza había demostrado hasta dónde estaba dispuesta a llegar mi suegra para proteger su control sobre todo, pero no hizo más que avivar mi determinación. Enderezo los hombros y respiro hondo. No me echaré atrás, me repetí mentalmente. Empecé a organizar las pruebas que Mark me había dado, preparándome mentalmente para la confrontación que sin duda se avecinaba. Cada paso adelante estaba lleno de una mezcla de miedo y determinación, pero una cosa era cierta: estaba preparada.

Preparándome para la batalla

