Contacto con su madre
Me puse en contacto con la madre biológica de Nora, y la conversación que siguió estuvo cargada de tensión cuando admitió a regañadientes que sabía quién era el verdadero padre de Nora. “¿Por qué no nos lo dijiste antes?” Pregunté, luchando por contener mis emociones. Soltó un fuerte suspiro, la culpa nublaba su expresión. “Tenía miedo”, confesó, con voz suave. “Pero Nora merece saberlo” Sus palabras abrieron un nuevo capítulo en nuestro viaje, uno que seguiría desentrañando las complejidades de nuestras vidas, dando forma a todo lo que teníamos por delante.

Tendiendo la mano a su madre
Contactar con su padre biológico
En nombre de Nora, me puse en contacto con él, sólo para descubrir que nunca había sabido de su existencia. La llamada fue surrealista. “Tengo algo importante que decirte”, empecé, explicándole cuidadosamente la situación. Su reacción fue de asombro, le temblaba la voz al responder: “Nunca lo supe” Abrumado, accedió a reunirse con ella. Fue un proceso delicado, pero que Nora se merecía. “Esto podría cambiarlo todo”, pensé, sintiendo una mezcla de esperanza y cautela a medida que se desarrollaba el siguiente paso de nuestro viaje.

Contactar con su padre biológico

