Cuestionando el extraño comportamiento de Max
Mientras John organizaba la visita al veterinario, me preguntaba si Max estaba preocupado por algo más grande. ¿Era sólo una fase pasajera o había algo más? La sensación de que había un secreto oculto en el aire -que Max intentaba transmitir desesperadamente- no me abandonaba. Jake se dio cuenta de mi actitud pensativa. “¿Sigues pensando en Max?”, preguntó. “Sí, lo hago”, admití y dejé que mi mirada se desviara hacia la ventana, donde Max estaba de pie, manteniéndose inquebrantable.

Cuestionar el extraño comportamiento de Max
El ladrido inesperado de Max en la barbacoa
Nuestra barbacoa familiar transcurría en su habitual ambiente relajado hasta que Max se acercó de repente a la valla y empezó a ladrar ruidosamente. Las hamburguesas se olvidaron al instante y la espátula de John cayó estrepitosamente al suelo. “¿Qué le pasa?”, exclamó sorprendido. La conversación se calmó mientras Amanda, nuestra vecina, observaba con curiosidad la inesperada excitación de Max. Había tensión en el ambiente, y los insistentes ladridos de Max destrozaron el ambiente despreocupado de la velada. Era evidente: algo al otro lado de la valla había captado toda su atención.

El inesperado ladrido de Max en la barbacoa