Aislamiento en la multitud

Aislamiento en la multitud
Una teoría inesperada
El repentino timbre del teléfono rompió el tenso silencio que se cernía sobre la casa de los Johnson. Al otro lado de la línea estaba un antiguo compañero de universidad de Mark -ahora geólogo- que, tras seguir las noticias, había decidido ponerse en contacto. Con voz grave pero decidida, expuso una teoría sorprendente: el socavón podría no ser natural, sino obra del hombre. Erika y Mark intercambiaron una mirada de sorpresa. La idea sonaba improbable, incluso poco razonable, pero en la confusión en que vivían, cualquier posibilidad merecía ser considerada. A pesar de la incertidumbre de sus palabras, había una convicción en la voz del geólogo que captó inmediatamente la atención de Mark. Algo en aquella hipótesis resonaba con el malestar que habían sentido desde el principio.

Una teoría inesperada