Reacción de Hannah
Hannah se enderezó, visiblemente impresionada por la sonrisa burlona del director, pero se encogió de hombros, negándose a dejarse intimidar. tenemos que hablar de Lena -dijo con firmeza, decidida a no dejarse avasallar. La sonrisa del director se ensanchó, casi divertida. “Claro que tenemos que hacerlo”, respondió con voz burlona, como si estuviera esperando ese momento. Los ojos de Hannah se entrecerraron cuando su paciencia empezó a agotarse. Lena se movió nerviosa, incapaz de ignorar la creciente tensión entre los dos, y se sintió más confusa que nunca, incapaz de comprender la naturaleza de aquella discusión que parecía mucho más profunda de lo que había imaginado.

La reacción de Hannah
Exigiendo respuestas
Hannah, incapaz ahora de contener su frustración, preguntó con voz temblorosa de ira: “¿Por qué siempre mandan a Lena a casa?” El Sr. Davis se reclinó despreocupadamente en su silla, con una sonrisa irónica en los labios. “No es una mala niña”, respondió, con un tono cargado de insinuaciones. “¿Cuál es la verdadera razón?”, continuó Hannah, insistiendo, sin querer ceder terreno. Lena observó la escena, sintiendo crecer en su interior una mezcla de confusión y ansiedad, incapaz de comprender del todo la tensión entre su madre y el director. La situación parecía más compleja de lo que ella había imaginado.

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