Tranquilizar a Lena
Hannah, con voz más suave, intentó encontrar las palabras adecuadas para calmar el dolor y la confusión de Lena. “Sé que ahora todo parece complicado”, dijo, intentando tranquilizarla, “pero cuando seas mayor, todo esto tendrá más sentido”. Lena, con los ojos aún llenos de una mezcla de escepticismo y curiosidad, miró por encima del hombro. “Ahora es difícil de entender -continuó Hannah, con un tono lleno de sinceridad-, pero te aseguro que nada cambiará lo mucho que te quiero”. Lena, sin embargo, no consiguió mirarla a los ojos. Se volvió hacia la pared, intentando procesar las palabras de su madre, pero su corazón seguía turbado, dividido entre el deseo de comprender y la dificultad de aceptar.

Asegurar a Lena
Comportamiento en la escuela
Hannah intentó cambiar suavemente la conversación hacia el comportamiento de Lena en la escuela. “Lena, tenemos que hablar de por qué te siguen mandando a casa -dijo, en un tono que intentaba ser suave pero también firme. Los hombros de Lena se pusieron rígidos de inmediato, pero no replicó. “Eres una chica lista y sé que hay algo que te preocupa -continuó Hannah, intentando llegar al corazón de su hija. El director, en silencio, observaba la escena, esperando que Lena se decidiera por fin a abrirse y contestar.

Comportamiento en la escuela

